La Comparsa de Cabezudos de Pedrola precisaba la restauración y arreglo de sus desperfectos.
Se pudo realizar con el tiempo y la experiencia que requiere este trabajo para obtener el resultado óptimo.
Todos queremos a nuestras Comparsas de Gigantes y Cabezudos. Los necesitamos en perfectas condiciones para todas las festividades que a lo largo del año se celebran en todos los Municipios de nuestro País, y eso, va dejando huella en ellos.
Por eso es preciso estar vigilantes de su estado y poner remedio a tiempo antes de que los desperfectos lleguen a mayores y hagan peligrar su futuro. Este ha sido el caso de la Comparsa de Cabezudos de la preciosa localidad de Pedrola.
Hace unos meses recogíamos la noticia de la incorporación de dos nuevos Personajes a dicha Comparsa de Cabezudos: se trataba de D. Quijote y de su fiel compañero de fatigas Sancho Panza. A nadie se le oculta la profunda relación de la novela con estos parajes zaragozanos y así se quiso enaltecer dicho vínculo nada más y nada menos que convirtiéndolos en sus Nuevos Cabezudos.
Y en este acontecimiento debían de ser acogidos por todos sus compañeros de la Comparsa en las mejores condiciones. Por ello comenzamos a transformar todos los golpes, roturas y descorchones en un minucioso trabajo de reacondicionamiento hecho en los mismos materiales que usamos cuando los creamos y así evitar que la figura gane un peso innecesario.
Siempre nuestro objetivo es recuperar su aspecto original y dotarles del colorido y fuerza que tenían el primer día. No es una tarea sencilla pero la experiencia sirve para conseguir el resultado que a continuación mostramos.
La satisfacción última es la que vemos dibujada en los rostros de los más pequeños y con orgullo nuestra labor se ve gratificada cuando la Comparsa de Cabezudos toma las calles y su vida se ve prolongada más y más años.