Un nuevo Cabezudo ha pisado las calles de Zaragoza en uno de sus barrios más populares: el Barrio de las Delicias.

La tradición de los Cabezudos en este barrio de Zaragoza se remonta a muchas décadas atrás. Las Fiestas del Barrio de las Delicias han sido siempre un referente en el calendario festivo de la capital aragonesa. Los esperados bailes populares, desfiles de carrozas y la convivencia vecinal en todos los actos se ve reflejado en numerosos documentos gráficos de la época que, acertadamente, son mostrados en las exposiciones de fotografías que anualmente celebran.

En un lugar muy destacado figuran las salidas de la Comparsa de Cabezudos. La respuesta es extraordinaria y son cientos y cientos de chavales los que acuden, puntualmente, a la cita diaria. Las carreras, la diversión y los sustos surgen por igual. Las familias acuden y grandes y pequeños los disfrutan.

Su presencia es demandada no solo en sus calles. También acuden, solícitos, a dibujar una sonrisa a nuestros mayores. Seguro que en sus cabezas acuden recuerdos de su infancia con alegre nostalgia y les ayuda a dejar aparcado, por un buen rato, las dolencias, las pastillas y la rutina cotidiana, pues no hay mejor medicina que la alegría y los recuerdos felices.

Y a todas estas emociones se ha sumado el Cabezudo Bombero que, desde este año, participa en todos los actos que sus compañeros cabezudos van a protagonizar. Desde la Comisión de Fiestas, presidida por D. Carlos Sanz, se ha querido homenajear una labor de servicio, tan admirada por todos, como es el Cuerpo de Bomberos. Y en concreto el de Zaragoza que en el año 1.930 se formó de manera profesional. Un trabajo que, hasta esa fecha, se había desempeñado de forma voluntaria. Fue entonces cuando comenzó a profesionalizarse y , tras las pruebas iniciales, los funcionarios que las aprobaron fundaron dicho Cuerpo.

Y el homenaje no puede ser más sentido por nuestra parte pues contamos con el orgullo de que uno de esos voluntarios, uno de esos funcionarios municipales fue D. Honorio Gago Gutierrez, abuelo del que escribe estas líneas, y que dedicó toda su vida a una labor tan abnegada, sacrificada y generosa como la que desempeñan los Bomberos.

Pero las Fiestas tocan a su fin. Todos los actos se van desarrollando según lo previsto, con una participación numerosísima. El último día, la Comparsa de Cabezudos se concentra en el epicentro de la Fiesta que es el Parque Delicias. Allí, los niños tienen la oportunidad de fotografiarse con sus Cabezudos preferidos a los sones de la música de la charanga.

Aunque no todos los Actos pudieron celebrarse. El fin de Fiesta estaba teñido de duelo y de recuerdo emocionado. El tradicional Castillo de fuegos artificiales que cerraba el programa ofrecido por Pirotecnia Zaragozana se vió truncado por el terrible y devastador accidente que días atrás sufrió en sus instalaciones. La vida de seis trabajadores fue segada y otros seis luchan por recuperarse de sus heridas.

La Comisión de Fiestas del Barrio de las Delicias decidió no celebrar dicho acto en solidaridad con ellos y quiso convertir el Acto final en un homenaje a todas éstas personas cuyo trabajo tanto nos deleita pero en el que arriesgan sus propias vidas .

En recuerdo de los seis fallecidos y de todos sus compañeros se realizó un emotivo lanzamiento de Globos, todos de color Blanco. Esa noche, el cielo de Zaragoza, también se tiñó de emoción como si de una carcasa se tratara, y un mensaje de solidaridad, de acompañamiento y de consuelo surgió de nuestros corazones.

Enhorabuena Carlos, a tí y todos los miembros de tu Comisión de Fiestas por saber expresar nuestro sentimiento para con ellos, sus familiares y sus amigos.