Muchos Cabezudos Infantiles están casi terminados para esta Navidad
Ya estamos preparando tongada tras tongada los Cabezudos Infantiles para todos los niños.
Solamente sabemos que debemos preparar un buen número de Carros con todas las bandejas bien repletas de Cabezudos Infantiles para que los enviados tanto por Papá Noel como por los Reyes Magos tengan a su disposición todos los que precisen.
Y es que ya sean en Camellos Reales o sean en los queridos Renos de Santa pronto llegarán hasta nosotros para recoger los Cabezudos que los niños han pedido en sus Cartas. Y el caso es que sabemos que han descansado todos estos meses del año para almacenar la energía necesaria y dejar hasta el lugar más insospechado las Cajas de Regalos en los invernales días del mes de Diciembre y primeros de Enero.
El viaje es largo y ardua la labor que les resta por hacer pero en Aragonesa de Fiestas tenemos el firme propósito de no fallarles y cumplir con nuestro compromiso de trabajar mucho y bien en las semanas que restan.
Vamos a tener terminados todos los Cabezudos que nos demanden y trabajaremos las horas necesarias para dar las últimas pinceladas en los días previos. Así quedarán en perfecto estado para dibujar las miles de sonrisas que sus destinatarios ofrecerán al abrir su paquete y ver el Cabezudo soñado.
Los Cabezudos Infantiles están especialmente diseñados y creados para los niños. Su tamaño y su modelado es el idóneo para los más pequeños de la casa. Cerca de 100 modelos diferentes son los que regularmente fabricamos en nuestro taller de Cabezudos.
Así que ahora es vuestro turno de buscar y encontrar el que más os guste. Recordad que los enviados de los Reyes Magos están muy vigilantes y atentos a vuestros deseos.
Y con la suficiente antelación son muchísimas las peticiones de personalizar su Cabezudo con el nombre de su destinatario, bien en un sitio muy visible o en lugares más discretos, pero lo que es seguro es la ilusión del niño que lee su nombre y que le hace acreedor de su propiedad para siempre. Ahora solo resta portarse muy bien y esperar la noche mágica.