Los históricos Gigantes de Tarazona necesitaban una urgente actualización sin renunciar a su autenticidad

» Una imagen vale más que mil palabras.» Pocas veces un dicho popular se ajusta a la realidad tanto como lo que transmite esta foto del siglo pasado. La emoción, la sorpresa, hasta el temor se muestran en esos pequeños rostros que se agolpan en las festivas calles de la población zaragozana de Tarazona.

Las Gigantescas Figuras que enmarcan el paso del popular personaje del cipotegato llevan lustros y más lustros siendo testigos y protagonistas en los últimas días del mes de Agosto. Y esta pareja de Gigantes formada por el Chino y por la Negra siguen a día de hoy fieles a su cita para con sus vecinos.

Pero tras distintas restauraciones, décadas atrás, había llegado el momento de renovar sus estructuras y dotarlas de la solidez precisa pero con materiales mucho más ligeros. La cuestión no solo incumbía al interior de los Gigantes: las Cabezas además del impresionante volumen acumulaban un peso tal que hacía peligrar su estabilidad general .

Por ello se acometió un proyecto global que mantuviera las facciones y dimensiones de las Cabezas, es decir que respetara la estética de las antiguas y dispusiera unas réplicas de los Gigantes que mantuviera la tradición viva para las generaciones venideras.

A la par se acometía una restauración de los originales y se terminaban con la pintura final de manera conjunta. Los Gigantes estaban listos tanto para desfilar, los nuevos, como la ser expuestos los antiguos.